¿QUÉ VISITAR?
Un pueblo mágico de origen minero, rodeado de hermosos bosques
Mineral del Chico es uno de los 5 pueblos mágicos con que cuenta el estado de Hidalgo. Ubicado en el llamado Corredor de la Montaña hidalguense, este municipio tiene mucho por mostrar al visitante, pues se trata de un pintoresco pueblo de origen minero rodeado de bosques de pino, encino y oyamel, que ofrece al turismo múltiples atractivos, como asombrosas formaciones rocosas para la práctica de diversas actividades deportivas y ecoturísticas, hermosos ríos que serpentean el bosque, apacibles presas enclavadas en la montaña boscosa e interesantes recorridos a antiguas minas, sólo por mencionar algunos.
Su pequeño poblado, fundado hace más de 440 años como fruto de la explotación minera en la región, tiene bellas postales desde cualquier punto que se le mire, destacando sus casonas de techados rojos y fachadas multicolores, a veces escondidas tras la densa niebla que le da un especial encanto. Hoy no es la riqueza mineral la que atrae el turismo, es, junto con ese rico pasado minero que aún se conserva en la memoria de todos sus habitantes, su riqueza ecológica, protegida bajo el decreto de Parque Nacional; su sabrosa gastronomía; sus bellos paisajes; su gente y todo ese entorno natural que lo distinguen como un gran destino turístico.
Originalmente, la población era conocida como Atotonilco o Real de Atotonilco, que significa «Lugar de aguas termales». Al ser fundado debido al descubrimiento de ricas vetas de oro y plata y su proximidad con la población de Atotonilco El Grande, es que se le cambia el nombre a Atotonilco El Chico, con la finalidad de diferenciarlo. Posteriormente, ya con la explotación minera, se le cambia la nomenclatura a Mineral del Chico. Tanta era la riqueza mineral, que se dice que durante su mayor esplendor existieron 300 minas de plata.